Sobre el Liderazgo y la Jefatura

Opinión personal sobre la diferencia entre jefatura y liderazgo, basada en la experiencia de David Sánchez Mateo ("jefe" de SAMAT) de más de 20 años trabajando en equipo y 25 años en equipos de balonmano (desde amateur hasta semiprofesionales).

Para empezar: no son excluyentes o antagónicos (del todo)

Nota aclaratoria inicial: voy a hacer hincapié en todo momento al ámbito laboral en una empresa.

En los últimos tiempos hemos visto como suele compararse los términos de líder con el de  jefe, y en la mayoría de las ocasiones se tiende a denostar la figura del jefe y ensalzar la del líder de modo que, de una manera maniquea deberíamos llegar a la conclusión de que el líder es algo deseable y el jefe una especie a extinguir en nuestras empresas.

Desde mi punto de vista son dos términos que no son antagónicos, ni mucho menos, sino incluso compatibles puesto que un jefe puede convertirse en un líder, si es que tiene las aptitudes y las condiciones personales y ambientales oportunas, y un líder puede promoverse a jefe, si es que vale para tal cargo y está preparado, que tampoco es obvio ni una consecuencia natural.

Origen de las palabras

Empecemos por el significado real de ambas palabras, de ambos conceptos y veremos una radical diferencia.

jefe, fa

1. Superior (acepción 6ª: persona que tiene otras a su cargo o bajo su dirección) o cabeza (acepción 22ª: persona que gobierna o preside) de una corporación, partido u oficio

líder, resa

1. Persona que dirige o conduce (guía) un partido político, un grupo social u otra colectividad

Fuente: Real Academia de la Lengua Española – www.rae.es

El jefe, por su propia naturaleza, es alguien jerárquicamente superior a otros, ello implica que un tercero le ha colocado en su puesto por diversas razones que no viene al caso tratar. Es decir, que, normalmente, aquellas personas que tiene a su cargo, no han participado en esa elección, habrá excepciones, está claro, pero serán las menos. Y entendemos que en una empresa, su cometido es dirigir a sus empleados o subordinados (palabra que detesto en este ámbito pero que refleja a las claras lo que quiero indicar). Dicho de otra forma, el jefe tiene un potestas de origen divino, perdón, quiero decir, de origen superior que le otorga eso: poderes sobre terceros. Ser jefe es un cargo.

Mientras que un líder es alguien que dirige, guía o conduce a una determinada colectividad. Enmarcado en una empresa, sería alguien que, por su talante, carácter y preparación es capaz de lograr que otras personas sigan sus instrucciones sin necesidad de ordenar ni de mandarles y sin tener la potestad para ello porque no tiene porque ser su superior, pero que sí dispone de la autoritas para ello. Pero, entonces, a un líder ¿quién lo “nombra“ si es que le nombra alguien? Desde mi punto de vista: la colectividad. Ser líder es un título.

La primera gran diferencia es la naturaleza, el origen. Parece obvio que a un jefe lo nombra oficialmente otro superior o la propiedad de la empresa para un determinado fin: llevar a cabo las actividades de un departamento para lograr unos objetivos marcados, etc… Potestas. Mientras que un líder tiene la autoritas para dirigir los designios de terceros o guiarles en sus acciones.

Un jefe tiene la «Potestas» de dirigirte, a un líder le infundes la «Autoritas» de guiarte

Jefe funciona como sustantivo. Líder no solo es un sustantivo, es también un adjetivo. Segunda gran diferencia. Y se gana, no se impone, ni siquiera se negocia.

El líder y el jefe, ¿se hacen o nacen?

Según los comentado anteriormente y si están de acuerdo conmigo, tendremos que llegar necesariamente a la conclusión de que se precisan unas competencias y habilidades personales innatas, aunque puedan mejorarse y entrenarse, para que la colectividad te haga líder. Por ello, es preciso nacer con ellas para tener la posibilidad de que te hagan líder.

Y literalmente, todos hemos visto que un jefe se hace, y he intentado convenceros anteriormente de que esto es así, es algo que se impone, por lo tanto, se hace o, mejor dicho, un superior le hace jefe a alguien. Y repito, no es mi intención de explayarme cómo, ni de lo acertado de que sea así, etc. solo constatar el hecho en sí.

Una empresa, ¿necesita líderes o jefes?

Los líderes molan, eso está claro. Ayudan mucho a cualquier empresa, departamento, sección, grupo, etc. a lograr mejores resultados y objetivos más ambiciosos. No cabe duda. Son deseables, podríamos decir. Y tienen muy buena prensa en redes sociales, laborales y, sobre todo, entre aquellos que te animan a crear líderes y se ofrecen a ayudarte en tamaña empresa.

De hecho, los jefes quieren la presencia de líderes, aunque no lo sepan o no sean conscientes de ello, me extiendo algo más sobre este concepto en el siguiente apartado. Los líderes son como los catalizadores en las reacciones químicas: favorecen acciones positivas aunque no se vean mutados por ellas. Además, por lo general, los líderes suelen ser altruistas así que la rentabilidad empresarial por contar con ellos es innegable barra impagable.

Pero, en realidad, las empresas necesitan buenos jefes: que sepan explicar a su gente los cometidos que deben llevar a cabo, que informen de los objetivos de la empresa, que ayuden a los demás a realizar su tarea, esto no es necesario que lo haga un «líder», la verdad. En definitiva, un trabajador debe tener la operativa diaria, e incluso anual, muy clara para ser eficiente, y para ello, es preciso de un buen jefe que se lo indique, que no moleste, que le dé independencia, no microgestione sus asuntos diarios y le ofrezca los medios para desarrollar su trabajo; esto es lo más eficiente, desde mi punto de vista.

Entonces, un jefe, ¿no es un líder? ¿no puede llegar a serlo? Por supuesto que sí. Quizás, cuando a D, Pepito lo nombraron jefe del departamento de ingeniería muchos ignoraran el por qué de ese nombramiento e incluso les resultara antipática la elección. Pero un jefe puede desarrollar su tarea de tal modo que la colectividad a la que gobierna perciba en él rasgos que hagan reconocerle como un jefe con liderazgo: es decir, que sus empleados o colaboradores se «dejen» llevar hacia las metas que se les ha propuesto y no sea tanto una obligación contractual.

Con un jefe o con un buen-jefe tienes una obligación contractual, con un jefe-líder te une algo más, un convencimiento común: una lealtad.

Entonces, alguno de los lectores podría preguntarse cuál es la diferencia entre un buen-jefe y un jefe-líder. Pues esta es otra conclusión a la que he llegado en mi vida laboral: lo que he descrito dos párrafos arriba es un buen-jefe, lo cual, no es muy distinto a un jefe-líder. Lo siento si parece que cae el mito del líder, no era mi intención. O sí. Pero vaya, si buscan una diferencia clara para poder redactar un titula, ¡allá va! Yo defendería que la diferencia se enmarca entre la obligación contractual existente con un jefe y la lealtad que emana para con un líder. Por verlo con un ejemplo práctico: si tu jefe se va de la empresa y te pide que le acompañes, tú te lo piensas; pero si quien se marcha es el líder, tú ni te lo piensas.

Tipos de liderazgos

No es mi intención hacer una disertación sobre esto, que nos llevaría horas; lo único que quería aportar finalmente es mostrar la distinción entre la idea de líder «supremo» que solemos tener, ese que se echa a sus espaldas a toda la empresa, que se parte el espinazo por todos, que atiende sus necesidades y que es loado por cada uno de sus compañeros; frente a una idea menos romántica pero de vital importancia para una empresa: me refiero al miniliderazgo (palabra que me temo acabo de acuñar en base a los poquísimos resultados que he encontrado en google sobre ella).

Me estoy refiriendo, y ahora quito el sufijo mini con toda intención, a esos líderes en la sombra, podríamos decir, que en muchas ocasiones los jefes no saben que existen, pero que son los responsables de la cohesión de grupo y de que el trabajo salga (casi) milagrosamente bien y a tiempo. Me refiero a D. Francisco, que maneja una plegadora Trumpf desde hace veinte años y que con su profesionalidad y su dedicación a la empresa ha hecho que todas las nuevas incorporaciones en el taller aprendan el oficio, les ha mostrado la forma de trabajar eficiente y cómo ser cumplidores en los plazos y, muchas veces, corrigiendo los defectos de lo demás. O de Dña. Pilar, que lleva la administración de los pedidos con tal profesionalidad y pulcritud que es respetada por todos los proveedores de la empresa y a la que tanto admiran sus compañeras y a quien consultan sus dudas… Esos MINI liderazgos valen mucho y cuestan muy poco. Sus compañeros los reconocen, no suelen cobrar un extra por ello y llevan a cabo sus tareas con tal determinación, que pareciera que fueran socios mayoritario de la empresa.

Cómo y cuándo formar líderes

«Necesitamos cambiar el liderazgo de esta empresa y el rumbo que llevamos, ¿a quién podemos contratar para ello?» Vale. Pero tenga en cuenta que va a contratar a un CEO o a un CTO o lo que se precise, y lo que se va a incorporar para ese cambio de timonel es a un jefe. Nada que objetar. El liderazgo lo tendrá que demostrar con el tiempo y con la confirmación y apoyo de sus nuevos colaboradores. Un jefe enérgico y decidido no es un líder per se.

Pero si no quieres contratar a un fichaje estrella esperando que el resto del equipo lo acepte como su «líder» y si has llegado hasta aquí y estás de acuerdo con lo expuesto, tendremos que acordar que el cómo y el cuándo no lo decides tú, ni la dirección ni la propiedad de una empresa. Los líderes se forjan en el interior de la colectividad, así que si quieres un líder, por la razón que sea, debes reunirte de buena materia prima, darles responsabilidades cada vez mayores y formarles continuamente.

En ese caldo de cultivo, tarde o temprano, podrán brotar líderes cuando menos te lo esperes. Pero quizás, ni llegues a enterarte.

Compartir

4 comentarios en “Sobre el Liderazgo y la Jefatura

  1. Se ha escrito mucho sobre este tema y siempre es bueno volver sobre él, sobre todo aportando una nueva perspectiva.

    Utilizando tu expresión, necesitamos muchos minilíderes. Mini porque implica humildad y no porque tenga un menor o mayor nivel de impacto. Líderes por su compromiso, capacidad de servicio, honestidad y coherencia.

    1. Gracias, José María, por tu comentario.
      La verdad es que has definido al líder mejor que nosotros. ¡Nada más que añadir!

      Saludos.
      DaviD.

  2. ¡Interesante punto de vista David!
    La verdad es que los líderes son muy necesarios en cualquier ambito social y aún más en el seno de la empresa, pero hay que huir de arrivistas y «medallistas» que solo buscan su momento de gloria.
    Me sumo a la idea de los «mini-líderes» que de forma más anónima suman a diario y facilitan la labor de su compañía.

    1. Gracias, Carlos, por tu comentario.
      Veo que está gustando el término de minilíderes. Es que estamos muy cansados de los «super-líderes-machos-alfa», ¿verdad?

      Saludos.
      DaviD.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Ansys Software
Digipara Liftdesigner Software
DirveWokrs Pro Software