Los tres desafíos de un configurador de producto

En un artículo anterior, aquí, te expliqué lo que no te cuentan en otras webs sobre los configuradores de producto. Bien, aquí, te explico los desafíos principales a los que nos enfrentamos los especialistas en configuradores.

¡Vamos allá!

En sectores industriales donde los productos son complejos, personalizados y técnicamente exigentes —como los ascensores, cintas transportadoras, maquinaria especializada, mobiliario o sistemas estructurales— el configurador de producto se ha convertido en una herramienta INDISPENSABLE y clave para agilizar ventas, reducir errores en la oficina técnica y mejorar la experiencia del cliente, tanto externo como interno. Sin embargo, diseñar un configurador eficaz para este tipo de productos no es tarea sencilla. De hecho, es muy complejo.

A continuación, analizo tres grandes retos que nos suelen surgir en SAMAT antes este tipo de proyectos, junto con sus implicaciones, posibles soluciones y una referencia destacada: DriveWorks, la plataforma especializada en configuradores técnicos. (Amenazo con describir otros tres desafíos es una posterior entrada).


1. La lógica de la configuración

¿Qué implica este reto?

Los productos altamente configurables suelen tener cientos de miles de variantes posibles (no exagero, no es raro tener un equipo de billones de combinaciones), con relaciones de dependencia entre variables y parámetros, restricciones técnicas, normativas y compatibilidades que deben respetarse.

La lógica de configuración es el conjunto de reglas que determina qué combinaciones son válidas y cuáles no. Y debemos saberlas.

Por ejemplo, en el caso de un ascensor:

  • Si se elige una capacidad de carga de 1000 kg, puede que solo ciertos motores sean compatibles.
  • Si el recorrido supera los 30 metros, se requiere un tipo específico de cables.
  • La normativa local puede exigir restricciones importantes en ciertos entornos como es una acción sísmica.

¡Y hay que lidiar con todo ello!

Problemas frecuentes

  • Reglas incompletas o contradictorias y reglas no escritas: Si la lógica no está bien definida, el configurador puede permitir combinaciones que no se pueden fabricar o que incumplen normativas. Y, lo más importante, si las reglas de ingeniería y de procesos no están escritas de antemano, te enfrentarás a un leviatán del que no conoces su fuerza, ¡y ten por seguro que irá directamente a por ti!
  • Mantenimiento difícil: A medida que el producto evoluciona, actualizar la lógica puede volverse complejo si no está bien estructurada y si no has pensado en ello cuando desarrollaste el configurador. Desarrollar un configurador puede ser una experiencia muy agradable,… hasta que tienes que hacer cambios, ja ja, ¡ahí te quieo ver!
  • Falta de validación dinámica: Algunos configuradores no validan en tiempo real, tienes que esperar a que esté todo terminado, lo que lleva a errores que solo se detectan al final del proceso. Yo flipo que esto se permita: no es admisible.

Soluciones recomendadas

  • Modelado basado en reglas (rule-based systems): DriveWorks es nuestra elección, lo explico aquí.
  • Documentación técnica: es necesario documentar las reglas de ingeniería que gobiernan tu modelo, así como la de los procesos para obtener los entregables y la funcionalidad y usabilidad requerida al configurador.
  • Validación en tiempo real: Implementar validaciones dinámicas que alerten al usuario de incompatibilidades al instante.
  • Documentación exhaustiva: Mantener un repositorio claro y actualizado de todas las reglas de configuración y de como se han realizado.

DriveWorks, la opción de SAMAT porque…

DriveWorks te permite definir reglas complejas de configuración, validar opciones en tiempo real y generar automáticamente modelos 3D, planos, listas de materiales y documentación técnica. Su motor de reglas es altamente flexible y escalable, lo que lo convierte en la solución ideal que utiliza SAMAT para sus proyectos, permitiendo infinidad de variantes y dependencias técnicas.


2. La interfaz de usuario

¿Qué implica este reto?

Un configurador técnico al tener decenas de parámetros: dimensiones, materiales, velocidades, potencias, normativas, accesorios, etc. que se deben seleccionar, controlar, manejar, implica un «desgaste mental» tanto visual como de selección. Si la interfaz no está bien diseñada, el usuario puede sentirse abrumado o confundido, especialmente si no tiene conocimientos técnicos profundos.

Una buena solución de un configurador funcional puede verse echado al traste porque su interfaz no está bien diseñada. Dicen que el Multipla de Fiat era el mejor de su especie pero, ¿quién ha visto uno por las calles y carreteras?

Problemas frecuentes

  • Sobrecarga cognitiva: Mostrar demasiadas opciones a la vez sin una guía clara puede dificultar la toma de decisiones o incluso anularla. ¿No me digas que no te has salido nunca de un configurador en la web porque no sabías por donde seguir?
  • Jerga técnica sin explicación: Usar términos como “variador de frecuencia trifásico” sin aclaraciones puede el usuario. Sí, un experto debe conocer ese término y no tendrá problemas en seleccionar el variador adecuado, pero si quieres que la máquina la configure una persona no experta, deberás evitar este tipo de términos o selecciones complejas.
  • Falta de visualización: No mostrar cómo afectan las elecciones al producto final reduce la comprensión (por ejemplo, mediante un modelo 3D). Hace tiempo que en SAMAT nos dimos cuenta que un visor 3D en el configurador que se adapte automáticamente a los cambios que realiza el usuario es clave para el éxito del proyecto.

Soluciones recomendadas

  • Diseño modular y progresivo: Dividir el proceso en pasos lógicos (estructura, motor, control, acabados…) y mostrar solo lo necesario en cada etapa.
  • Explicaciones contextuales: Incluir información emergente, ejemplos, imágenes y descripciones para cada opción.
  • Visualización interactiva: Integrar modelos CAD o renderizados 3D que se actualicen con cada elección.
  • Personalización por perfil de usuario: Adaptar la interfaz según el tipo de usuario (técnico, comercial, cliente final).

DriveWorks, la opción de SAMAT porque…

DriveWorks ofrece interfaces personalizables que se adaptan al perfil del usuario. Además, permite integrar visualizaciones 3D interactivas que se actualizan en tiempo real según las elecciones del usuario. Esto no solo mejora la comprensión del producto, sino que también reduce errores y acelera el proceso de toma de decisiones. Su enfoque modular permite construir configuradores paso a paso, facilitando la navegación y reduciendo la complejidad visual.

Y te doy un dato que te puede interesar. Configuradores de esta naturaleza te serán útiles para formar a tu gente: a comerciales, a ingenieros recién entrados en la empresa, etc.


3. Integración con sistemas internos

¿Qué implica este reto?

Un configurador no debe ser una herramienta aislada, quedaría un poco cojo si después de defender el dato único, el flujo de trabadjo unificado, etc. tuvieras que realizar a mano la integración de los resultados del configurador en el resto del sistema de tu empresa. Para que sea realmente útil, debe integrarse plenamente con los sistemas de la compañía: principalmente, con el ERP (gestión de recursos), CRM (gestión de clientes), CAD (SolidWorks), PDM o PLM (gestión del ciclo de vida del producto), y sistemas de producción propios que tengas en uso ya.

Esta es la guinda del pastel. La unificación. Una vez definido el producto, toda la empresa se beneficia de ello: todos tendrán automaticamente los datos que necesiten para su labor (Producción, Planificación, Compras, Diseño, Oficina Técnica,…). ¿No te parece algo mágico? Piénsalo detenidamente: un cliente te da los datos de como quiere que sea el producto que quiere comprarte, se introducen en un configurador y TODO queda listo para enviárselo envuelto con una cinta de regalo.

Sé que suena a ciencia ficción pero es lo que llevamos haciendo en SAMAT desde hace años.

Problemas frecuentes

  • Desconexión entre configuración y fabricación/compras: Si el configurador genera una configuración y no se traduce directamente en una orden de fabricación o de compras, hay que perder tiempo en hacer esa labor a mano o intrucirla en el ERP por el método «tradicional».
  • Duplicidad de datos: Si los datos del configurador no se sincronizan con el ERP, puede haber incoherencias en precios, referencias o disponibilidad.
  • Retrasos en la entrega: La falta de integración puede ralentizar el proceso desde la configuración hasta la producción. Obvio, si todo se hace en AUTO, nada se ralentiza, todo es inmediato: bueno, a la velocidad de la luz, más no se puede conseguir.

Soluciones recomendadas

  • Integración: Utilizar APIs o ficheros de intercambio (XML, JSON, CSV,…) para conectar el configurador con los sistemas internos en tiempo real.
  • Generación automática de documentación: Crear fichas técnicas, planos, listas de materiales (BOM) y órdenes de fabricación directamente desde el configurador.
  • Sincronización bidireccional: Permitir que los cambios en el ERP, PDM o PLM se reflejen en el configurador y viceversa. Esto es vital, ¡si cambias un precio, que se entere el configurador inmediatamente!
  • Validación de disponibilidad: Integrar con sistemas de inventario para mostrar disponibilidad de componentes en tiempo real. Esta capacidad que te da esta metodlogía es crucial, mientras configuras un producto sabes que es mejor seleccionar una máquina que otra porque el plazo de entrega será menor.

DriveWorks, la opción de SAMAT porque…

DriveWorks se integra de forma nativa con SolidWorks, lo que permite generar automáticamente modelos CAD, planos técnicos y listas de materiales. Además, puede conectarse con sistemas ERP y CRM mediante APIs, facilitando la automatización del flujo de trabajo desde la configuración hasta la producción. Esta integración reduce errores, mejora la trazabilidad y acelera la entrega de productos personalizados.


Conclusión: un proyecto multidisciplinar

Desarrollar un configurador de producto técnico no es solo un reto tecnológico, sino también organizativo. Requiere la colaboración de múltiples competencias y tener una visión holística de todo el proyecto, no puedes esperar a tener una fase cerrada para ver cómo desarrollarás la siguiente, ¡quizás ya no puedas dar marcha atrás!:

  • Ingeniería: imprescindible disponer y definir las reglas técnicas de antemano y validar las configuraciones conforme se diseñe el configurador.
  • Comercial: Para asegurar que el configurador sea útil en el proceso de venta es necesario que se defina correctamente el flujo de uso del configurador.
  • TI: Para desarrollar e integrar la herramienta con los sistemas existentes.
  • Marketing y UX: Para diseñar una experiencia de usuario clara y atractiva.

Además, es fundamental adoptar una metodología ágil, que permita iterar rápidamente, validar con usuarios reales y ajustar el configurador según el feedback recibido.


Casos de uso y beneficios

Cuando se hace bien, un configurador técnico puede aportar grandes ventajas, las conoces por anteriores anteriores publicaciones, pero, por si eres nuevo en este blog, te resumo lo principal:

  • Reducción de errores: una vez validado un configurador se eliminan el 100% de los errores humanos.
  • Aceleración del proceso comercial: los comerciales pueden generar ofertas más rápido y con mayor precisión.
  • Mejora de la experiencia del cliente: el cliente entiende mejor el producto y participa activamente en su diseño.
  • Automatización de la documentación: se generan planos, fichas técnicas y presupuestos de forma automática.
  • Escalabilidad: Se pueden gestionar miles de variantes sin necesidad de intervención manual.

DriveWorks, en particular, nos ha demostrado ser una herramienta eficaz en todos estos aspectos, especialmente en empresas que trabajan con productos complejos y necesitan una solución robusta, escalable y altamente personalizable.


¿Y ahora qué?

Si estás considerando desarrollar un configurador para un producto técnico, te recomiendo empezar por:

  1. Analizar el producto: identificar todos los componentes, variantes y restricciones. Y escribir todo.
  2. Definir los flujos de procesos: ¿quién usará el configurador y con qué objetivo? ¿qué procesos hay que automatizar?
  3. Elegir la tecnología adecuada: ¿será web, integrado en el ERP, con visualización 3D?
  4. Planificar la integración: ¿qué sistemas deben conectarse y cómo?
  5. Prototipar y validar: crear una versión mínima viable y probarla con usuarios reales.

Este artículo ha sido escrito por David Sánchez Mateo, especialista en Ascensores y Configuradores, propietario y fundador de Ingeniería SAMAT. Ingeniero Industrial Mecánico por la Universidad de Zaragoza (Centro Politécnico Superior, actual EINA), Máster en Gestión de la Innovación y Prevención de Riesgos Laboralesayudado por herramientas de inteligencia artificial.