Excusas para no calcular…. ¡y contratexcusas!
Hay mil excusas para no calcular, lo sabemos, pero ninguna se sostiene por sí misma, veámoslo. Todas son reales y las hemos oído alguna vez:
«No calculamos todo porque ya lo hizo en su día un ingeniero que teníamos aquí que sabía mucho y… ¡no pasa nada!»
– ¿Qué ocurre?¿Qué no habéis evolucionado el producto nada? ¡No me lo creo! En algo habrá influido sus prestaciones mecánicas.
«Aunque esta estructura es especial y soporta más carga, no pasa nada, ya aumentamos el perfil y ponemos refuerzos que servirán para…»
– ¿Y cómo sabes si es suficiente? ¿Y si es contraproducente porque el peso hará que flecte más o que se abolle el alma? No es lo mismo que aguante con seguridad que aguante «lo justo».
Solo calculando sabrás exactamente el coeficiente de seguridad con el que trabaja.
«Este grupo electrógeno es como uno que hicimos para Portugal, pero lo mandamos para México, no pasa nada»
– ¡¡¡¡Que la red va a 60 Hz en México!!!! A que se te ponen a vibrar todas las placas de menos de 1,5 mm. Ya verás que desastre el tener que mandar todo un equipo nuevo.
«No calculo porque tengo mucho lío»
– Esta excusa me encanta. No pensamos contraexcusarla, ¡válganos el cielo! Claro que sí, ¡llámanos!
«No calculo porque es muy caro»
– Ya. Diseñar es caro. Fabricar es caro. Comprar es caro. Todo es caro. Pero todo hay que hacerlo. Si diseñas y no calculas verás lo caro que te resulta mandar una nueva estructura soldada a Rusia por no haber tenido en cuenta sus -40º.

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