Bueno, en realidad, hay bastantes errores que pueden llevarte a fracasar en la implantación de tu Configurador, pero vamos a centrarnos en uno en concreto y que, lamentablemente, suele ser bastante habitual: el creer que es un proyecto de informáticos cuando en realidad es un proyecto de ingenieros mecánicos.
¡Al lío!
¡Es un proyecto de INGENIERIA MECANICA, no de informática, leñe!
Hace unos meses, un cliente al que le automatizamos procesos en ingeniería, me indicaba que los progresos de la implantación de su Configurador de Producto (nosotros no somos los encargados de ello) no iban como deseaban porque «¡Claro, pueden salir tantas cosas mal!».
– No di crédito, desde luego, ¡qué interiorizado tiene el fracaso! 🤦🏼♂️
Otro cliente nos decía que la relación con su implantador del Configurador se resumía en la siguiente sesuda metodología: «nosotros le pasamos las reglas de nuestro producto en Word con un meta-lenguaje y ellos lo traducen al sistema del configurador».
– ¡Cielos!, pensé. ¿Qué podría salir mal? 🤔
Finalmente, otro caso curioso era aquel en el que un equipo parametrizaba SolidWorks y otra rellenaba las reglas en DriveWorks, las cuales eran pasadas por otro grupo de I+D.
– ¡¡¡¡Perdóooooonnnnnn!!!! 🤨
¿Qué tienen de común estos tres casos?
Que ambos han perdido de vista lo importante: el PRODUCTO.
Lo han despedazado.
No se han dado cuenta de que las reglas de de un producto, su parametrización, su configurabilidad, su… ¡TODO! pertenece a la definición del propio PRODUCTO y que no puede desligarse en varias tareas desarrolladas por equipos diferentes.
Como se puede deducir, en estos casos comentados, quienes implantaban definitivamente las reglas era un equipo informático, pero atendiendo a lo que acabo de decir, la definición de un producto es una tarea de INGENIERIA, de ingenieros de diseño, de producto. Con esto no quiero decir que los informáticos no puedan hacer este trabajo, digo que no me parece lo adecuado.
«Tú pásame las reglas que ya las meto yo en el configurador». Es la FRASE que PRECEDE al FRACASO TOTAL.
Soy firme partidario de que quien configura y automatiza un producto y el ciclo de vida de su pedido asociado, debe ser EXPERTO en el producto y en los procesos y tener una visión global de todo ello. Alguien que no conoce la idiosincrasia del producto ni logra entender en qué consiste exactamente:
- ¿Cómo va a ser un mero transcriptor de reglas?
- ¿Cómo hará para hacer las pruebas parciales y evitar lo que le ocurría a nuestro cliente del párrafo uno?
- ¿Cómo y cuándo tomará medidas correctoras?
Sencillamente: NO podrá.
Los errores iniciales en Configuración se pagan con la muerte del proyecto porque si no está bien concebido desde el principio, luego no se puede enderezar.
Así que si quieres que tu proyecto de implantación de un Configurador de Producto tenga éxito asegurado, piensa en que es un proyecto de Ingeniería, no de informáticos. En SAMAT, y yo personalmente, llevamos desde 2004 implantando configuradores y NUNCA, repito,
NUNCA, hemos necesitado de un licenciado en informática para ninguna tarea, únicamente para las relacionadas con los permisos y arquitectura de servidores. Sin más. De hecho, en SAMAT, implantamos los Configuradores llave en mano, desde la web del cliente.
Eso sí, tenemos que hacernos expertos en tu producto y podemos: hemos aprendido de tráileres, de estructuras metálicas, de luminarias, de pabellones,… ¡es el camino! Camino único, desde mi opinión.
Así que si estás en la fase previa de la implantación, puedes contar conmigo y con SAMAT para lograr el éxito. ¡Garantizado por contrato!
¿HABLAMOS? Puedes llamarme al 692 620 935 o escribirme un correo a david.sanchez@ingenieriasamat.es.
Ejemplo de un Configurador técnico realizado por ingenieros mecánicos