Todo comienza en I+D, el origen
El artículo forma parte de la serie Una visión panorámica de la automatización :
- Ecosistema dentro de la empresa
- Todo comienza en I+D, el origen
- El departamento comercial también se apunta al carro
- Producción quiere automatizar, no vale con el ERP
- Otros departamentos: expediciones, márquetin, logística
- Los grupos de interés: proveedores, clientes y asociados
- Core del negocio
- Digitalización
- Diferenciación vs Commodity
- Un nuevo paradigma en la gestión de pedidos
- La aversión al cambio
- La competencia ya está en ello
- Sectores industriales donde es una ventaja competitiva
- Punta de lanza: nuevos métodos en la innovación
- Implantación de proyectos
- Softwares asociados a la automatización
- Futuro de la automatización
Cómo automatizar especificaciones técnicas y reglas de ingeniería y/o producto
En la primera parte de este articulo, véase Todo comienza en I+D. 1ª Parte, comentábamos las características principales de la configurabilidad y la parametrización de un producto variable, y sosteníamos que los diseños que nacen de los departamentos de I+D o ingeniería, deberían llevar «incorporados» estas características para poder ser tratados por el resto de la empresa y ser automatizado otros procesos a lo largo de la definición del ciclo de vida de un producto y de un pedido.
En esta segunda parte, analizaremos otro de los aspectos clave para automatizar nuestro producto:
- Cómo se deben incorporar las especificaciones técnicas y las reglas de ingeniería a una automatización.
- Quién debería implementarlas y cuándo.
Implementación de las reglas de ingeniería en la automatización global
En la primera parte de este artículo ya indicábamos como implementar la parametrización y como gestionar la configurabilidad, pero este trabajo nos dejaría un poco coja la automatización general ya que necesitamos incluir las reglas de producto. Está muy bien, por ejemplo, que tengamos parametrizado la longitud de un travesaño de una nave industrial en base a ciertos parámetros, pero no lograremos la automatización completa si no indicamos también cómo se comportan dichos parámetros en base a la ingeniería del proyectista.
Aquí reside una de las claves de este negocio.
Quién debe implementarlas
Desde luego, lo ideal sería que un modelo CAD 3D, un listado de materiales o cualquier otro entregable que necesitemos para definir el pedido de un producto saliera programado y completamente automatizado desde el departamento técnico que ha desarrollado el producto (o modelo), generalmente, los llamados departamentos de I+D; pero es tal la carga de trabajo que deben soportar que, a menudo, esta sería una tarea que podría retrasar otros proyectos.
Nosotros, en concreto, y gracias al software de configuración que manejamos, DriveWorks, somos partidarios de que así sea, de que el personal de I+D sea quien automatice e introduzca las reglas de ingeniería de los productos. Por varias ventajas competitivas:
- El producto lo han diseñado ellos, por lo que ya tienen, de facto, la respuesta a las posibles dudas que pudieran surgir o cómo interpretar las instrucciones de ingeniería. O al menos, lo tienen infinitamente más sencillo.
- Evitamos un trabajo extra de preparación documental si esta labor la deben traspasar a otros compañeros de la organización; a veces, es una labor compleja si el producto es muy confiable y tiene una ingeniería compleja detrás.
- Con una planificación adecuada previa, el tiempo dedicado a esta labor puede ser muy inferior si se desarrolla desde la etapa temprana de la concepción del producto. Es decir, que si vamos incorporando las instrucciones de ingeniería conforme estas se van confirmando, el coste de oportunidad será rebajado enormemente y el plazo para llevar al mercado el producto, mucho menor; por no contar con la agilidad interna que se ganaría.
No obstante, no hay mayores inconvenientes que nos impidan el delegar esta importantísima labor en terceras personas: o bien, a otras propias de la organización que conozcan el nuevo producto que puedan llegar a entenderlo con rapidez, o bien en empresas colaboradoras externas que tengan un vasta experiencia en este tipo de trabajos.
Si barajan está segunda vía, tengan presente la experiencia que atesoren estas empresas tanto en la metodología para automatizar como en el conocimiento del producto. Desde Ingeniería SAMAT nos hemos encontrado en varias ocasiones como, tras un intento fallido de una implantación de un proyectos de estas características por terceros, la propiedad se muestra reticente a emprender un proyecto similar: en una conversación de hace unos días, el gerente nos decía que ¡era la tercera vez que iba a iniciar un proyecto de automatización! Pudimos convencerles precisamente de nuestra experiencia en ambos campos.
Cómo implementar las reglas de ingeniería y cuándo
Ya hemos dado una pista en el párrafo anterior. Se necesita un conocimiento claro del producto y de las reglas del diseño y experiencia en esta tarea para incorporar todo este saber hacer en un software adecuado; tal y como nosotros defendemos, DriveWorks es una herramienta completa, fiable y muy versátil.
En realidad, describir el “cómo” nos llevaría, no solo unas serie de artículos completos, sino algún volumen que otro; pero aún así, nos gustaría mostrar algunas pinceladas y, muy importante, tener presente que este es un trabajo abierto que deberemos mantener mientras nuestro producto esté vivo en el mercado y por ello debemos ser muy flexibles con la metodología que empleemos. Algunas ideas generales de como implantar este proceso:
- Definir claramente las variables dependientes e independientes de nuestro proceso
- Implantar las relaciones entre ellas, que nos vendrán marcadas por las reglas de ingeniería del producto
- Conocer qué bases de datos tenemos que consultar y como enlazarlas a nuestro configurador
- Apoyarnos en tablas de resolución directa o en programación condicional o selectiva
- Dejar por escrito explicaciones suficientes para un mantenimiento posterior
Es obvio que no es una decisión baladí que software se utilizará para las tres primeras tareas, que son las claves de una automatización. Una mala elección nos puede llevar al fracaso por muchas ganas e ilusión que hayamos puesto en este proyecto tan transformador.
Y lo que sí deberíamos tener en cuenta es que para tener éxito en esta labor, el producto debe estar cerrado y concluida su fase de diseño. No debería automatizarse un producto que no esté completamente definido porque para desarrollar la mejor estrategia de automatización se deben conocer todos los matices del producto y si no está concluido su diseño, las posteriores novedades puedes ser incompatibles con el trabajo desarrollado en la automatización.
Otro tema diferente a este es la automatización de prediseños, que veremos en capítulos posteriores y cuyas ventajas ya descubrieron los fabricantes del sector de la aeronáutica en los años 70, creadores del #LeanEnginering.
Conclusión y próxima entrada…
Ya hemos visto como desde I+D se debe definir el producto y qué quién debe implementar las reglas del mismo, pero es importante dotar a estos departamentos que tanto valor aportan y tanto coste asociado llevan, de herramientas y procesos automatizados a su vez para mejorar su productividad y sacar mayor provecho a estos recursos. En próximas entregas,… ¡no se lo pierdan!